En el día de ayer tuvo lugar una jornada titulada «El impacto de la mujer en la economía», organizada por la comisión de Economías Regionales, Economía Social, Micro, Pequeña y Mediana Empresa del Senado, junto con Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.

La senadora Cristina Fiore Viñuales (FpV-PJ – Salta) abrió el encuentro comentando la intención de realizar un trabajo conjunto: “Creemos que esto de Público-Privado tiene que ser una realidad (…) El mundo ha avanzado muchísimo en la igualdad de género, pero en el acceso de la mujer al mercado laboral existen todavía muchas brechas, y más en América Latina”. Posteriormente el presidente de CAME, Gerardo Díaz Beltrán, señaló que CAME vio la necesidad de crear un espacio para la mujer. “Hemos tenido la posibilidad de que muchas mujeres se incorporen, y estamos convencidos del rol de la mujer (…) En CAME no tenemos cupo, porque no hace falta. Tiene abiertas las puertas para la cantidad de mujeres que quieran entrar”.

Luego se dio comienzo al primer panel, titulado “Violencia económica y financiera hacia la mujer”. El mismo fue encabezado por Lina Alino, presidente del Capítulo Argentino de la World Compliance Association. Alino destacó lo poco que suele hablarse de la violencia económica que muchas mujeres sufren. Definió a la misma como conductas que alteran los bienes económicos de una mujer, lo cual supone una relación de desigualdad. Esto implica un control ejercido por el hombre sobre el desarrollo económico de la mujer, que incluso puede controlar el dinero que gana la misma. Otros aspectos de este tipo de violencia pueden involucrar daños a bienes de trabajo como computadoras, celulares, y hasta retención de pasaportes y títulos universitarios.

“Tenemos que lograr una capacitación judicial sobre el tema”, añadió. “El Código Penal establece la excusa absolutoria, que implica que todos los delitos económicos que se sufren en matrimonio no pueden ser investigados en función del artículo 185, porque se privilegia la estabilidad matrimonial”. En este sentido, Alino afirmó la necesidad de que esto sea corregido. Otros ejemplos mencionados tienen que ver con aquellos padres que no realizan el pago de las cuotas alimentarias, o se demoran en realizarlo. Esto afecta también a la mujer, ya que de alguna manera debe cubrir esa falta. Finalmente, la oradora comentó que el Estado posee una serie de mecanismos para actuar ante estas situaciones. Una de ellas es la OVD (Oficina de Violencia Doméstica) liderada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la cual recibe denuncias todos los días y resuelve como actuar con un equipo interdisciplinario. Asimismo, nombró Fiscalías Especializadas y Comisarias de la Mujer.

El segundo panel, titulado “Evolución del Impuesto Rosa”, fue protagonizado por Damián Di Pace, periodista especializado en economía. Di Pace comentó que en Estados Unidos en los años ’80 comenzaron a realizarse estudios en referencia a la temática del “Pink Tax”. En Argentina durante los últimos años se realizaron mediciones que indican, entre otras cosas, que la brecha salarial aun es de un 30%. Sin embargo, según informes del Foro Económico Mundial, Argentina tiene una buena posición en paridad de género (Puesto 36 a nivel mundial). En el campo de la salud y educación, la posición es fuerte. Sin embargo, los puntos decaen cuando se refiere al empoderamiento de la mujer.

Di Pace definió al impuesto rosa como un sobreprecio que ponen determinadas empresas a un mismo producto, para la mujer. “No son las PYMES las que lo generan, sino las multinacionales”. Señaló además que dicho sobreprecio se da en su mayoría, en productos de higiene personal. Comentó a modo de ejemplo, el sobreprecio en colonias para niñas, hojas de afeitar, desodorantes y analgésicos. “Hubo muchas campañas de sensibilización por parte de las empresas sobre el rol de la mujer en el consumo, y creo que han sido positivas (…) Es importante que se trabaje a nivel del sistema Público-Privado”.

El tercer panel, “Informe sobre la participación de las Mujeres en las PYMES. Barreras y Oportunidades” fue llevado a cabo por la economista Victoria Giarrizo, quien señaló que la voz de la mujer es acallada, y más aún cuando habla de temas monetarios y financieros. Giarrizo comentó el informe de participación de las mujeres en PYMES, que fue realizado a partir de una encuesta en la cual se relevaron 2000 comercios y 300 industrias. El mismo indica que en el sector industrial, solo el 9% es propiedad de una mujer. Si se juntan el sector industrial y comercial, el porcentaje de propietarias es de tan solo 36,7 puntos. “La mujer está más ausente en la Industria que en el comercio”. En sectores de maquinarias, transportes, ferretería y materiales para la construcción, la participación de la mujer es mucho menor. Sin embargo, el número aumenta cuando se trata de farmacias y perfumerías.

Para finalizar el encuentro, se realizó una distinción de “Empresa Inspiradora PYME” Claudia Salas Martínez, de Café Martínez y menciones a otras mujeres empresarias.