El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina (PRO – Santa Fe) adelantó que en las próximas semanas el cuerpo estará trabajando en el texto.
Luego, el ministro de Hacienda, Lic. Hernán Lacunza, presentó un balance sobre la gestión económica del primer mandato del presidente de la Nación, Mauricio Macri, y una lectura sobre las condiciones iniciales previstas para el próximo periodo. “Si medimos por las variables convencionales que se utilizan para medir el bienestar, como el empleo y la inflación, os resultados de estos cuatro años han sido inferiores a lo esperado”, sostuvo al comienzo. “Ha habido una combinación (…) de herencia, de inconsistencias o descoordinaciones del programa económico, algunos factores externos y fortuitos”, explicó el funcionario.
En relación al “punto de partida”, explicó que durante el mandato presidencial anterior “no hubo generación de empleo privado”, “la inflación era alta”, el tipo de cambio “atrasado”, existía un “agudo desequilibrio fiscal” y un “desequilibrio externo latente con alguna represión al comercio exterior y alguna represión a las importaciones”. En relación a lo descripto consideró que “es muy difícil corregir el atraso cambiario y las tarifas rezagadas, al mismo tiempo que corregir la inflación”.
En el año 2017, según Lacunza, la tasa de inflación comenzaba a converger a valores más bajos y la economía ingresaba en una trayectoria de expansión. Sin embargo, “el circulo virtuoso de 2017 se vio interrumpido prematuramente en el 2018, por perturbaciones adversas” (sequía, tasas de interés elevadas de EEUU, depreciación de las monedas de las economías de los mercados emergentes), recordó. Para entonces, “el esquema cambiario de los dos años previos no alcanzó a ser robusto para hacer frente a esos shocks externos”, aseguró. Dicha situación afectó a Argentina por la “restricción del acceso al crédito voluntario del exterior”, por lo que se llegó a convenir un crédito con el FMI, continuó.
En relación al año en curso, Lacunza aseguró que “la incertidumbre electoral fue acortando los plazos de la renovación de la deuda. Tras las primarias hubo una reacción del mercado, donde se duplicó el riesgo país, una depreciación de la moneda y se redujeron las posibilidades de renovación de la deuda”.
Pese a las adversas circunstancias económicas actuales, para el equipo económico de Cambiemos, de cara a 2020 la economía argentina se encuentra bien posicionada para iniciar un proceso de crecimiento económico y progreso social sostenido. Aquello se debe a que se recuperaron los equilibrios fiscal y externo; se recuperó la competitividad internacional a través de la corrección del tipo de cambio; está cerca de completarse la corrección de otros precios relativos clave de la economía -ej. Servicios públicos; se redujeron los impuestos, se fortaleció el federalismo y se focalizó el gasto; y, además, se están gestionando los consensos para la extensión temporal de las obligaciones financieras del gobierno nacional.
Sobre este último punto, Lacunza aseguró que la economía argentina no tiene un problema de solvencia, sino de liquidez “motivado por la incertidumbre electoral”. “Por eso nos parece importante que todas las fuerzas partidarias podamos dar certidumbre sobre el perfil de la deuda y la trayectoria fiscal esperada, como una forma de poder demostrar que la deuda está en una trayectoria sustentable y poder encarar una negociación voluntaria con los acreedores”, explicó.
“No hay necesidad de un tipo de cambio más alto que el actual. Superada la tensión electoral y las dudas sobre el financiamiento de la deuda, estaremos a resguardo de shocks cambiarios que tanto trauma han generado en la historia reciente”, pronosticó Lacunza. Asimismo, el ministro destacó “la robustez del sistema financiero, con altos niveles de solvencia”.
Economía Argentina 2019
Se proyecta una caída de la actividad económica del 2,6%, contracción que es reflejo de las tensiones financieras y cambiarias que interrumpieron la estabilización lograda en la primera mitad de año. Por su parte, la inversión cerrará el 2019 con una contracción cercana al 23,4%. Finalmente, se estima que el consumo privado caerá aproximadamente un 5,7% en 2019 por el impacto negativo del shock inflacionario.
Proyecciones macroeconómicas 2020
Para el año 2020 se proyecta un crecimiento del PBI del orden del 1%, liderado por un crecimiento del 7% en las exportaciones. Se proyecta en particular una aceleración en las exportaciones manufactureras de origen industrial, de la mano en la maduración de algunas inversiones, la mejora del tipo de cambio real y la aceleración de Brasil, una mejora en las exportaciones energéticas de Vaca Muerta y un crecimiento en las exportaciones manufactureras de origen agropecuario impulsado por la apertura de nuevos mercados de exportación.
También se espera una recuperación del consumo privado y la inversión. Respecto a los precios, está prevista una desaceleración de la inflación hasta 34,2% interanual en diciembre de 2020, luego de una inflación proyectada para diciembre 2019 de 52,8%.
Para el sector externo, se espera un superávit de cuenta corriente de USD 1.896 millones. El resultado del balance de bienes se proyecta en USD 17.721 millones y el de servicios se proyecta deficitario en USD 2.977 millones.